Pétalos de cerezo

La terminal en la que bajé estaba lleno de gente que volvía a casa.Todos tenían sus zapatos empapados por la nieve.El aire frío estaba lleno del olor típico de un día nevado.
Hasta ese momento no había considerado la posibilidad del que el tren se retrasara.De pronto sentía más y más ansiedad.

Después de pasar la estación de Oomiya...se desvanecieron casi todos los edificios.La distancia entre las estaciones era increíblemente  larga...y el tren se detenía muchísimo en cada una.La pradera llena de nieve al otro lado de mi ventana,era algo casi nunca visto para mí.El lento recorrer del tiempo...y mi estómago hambriento...seguían minando mi espíritu.
La hora que fijamos ya había pasado...así que tenía la sesación de que Akari se iba a preocupar.

Ese día...cuando ella llamó..debió sentirse mucho más herida que yo,pero no pude encontrar las palabras para consolarla.No dejé de lamentarme.

Recibí la primera carta de Akari medio año depués...durante el verano de mi primer año de secundaria.
Recuerdo cada palabra.
Durante las dos semanas antes de vernos...pasé el tiempo escribiendo una carta para dársela.Estaba llena de todas las cosas que tenía que decirle.Todo lo que quería que escuchara.
Eran demasiadas cosas.
Cada vez que me imaginaba a Akari por sus cartas...por alguna razón,siempre estaba sola.

Al final,el tren permaneció parado en aquel descampado durante 2 horas.
Cada minuto parecía una eternidad.El tiempo seguía pasando frente a mí,como si estuviera burlándose.
Apreté los dientes...mientras trataba de contener las lágrimas y soportar el dolor.
Akari...por favor...dime que...regresaste a casa.

En ese momento...sentí que sabía dónde se encontraba la eternidad,nuestros corazones y nuestras almas.
Sentí que podía compartir los trece años que había pasado con ella.Y entonces,en el momento siguiente...me embargó una tristeza infinita.El calor de Akari...y su alma...¿cómo podría quedarme con eso y a dónde lo llevaría?Me entristecí pues no tenía la repuesta a ninguna de esas preguntas.En ese momento supe que no estaríamos juntos para siempre.
El peso abrumador de lo que nos deparaban nuestras vidas...y la intercidumbre del tiempo frente a nosotros.Pero la creciente ansiedad que se apoderó de mí...pronto iba a derretirse.
Todo lo que quedó fue la dulce sensación de los dulces labios de Akari.

Pasamos la noche en una cabaña al lado del camino.Nos cubrimos con una vieja manta mientras hablábamos sin parar...hasta que juntos,nos quedamos dormidos sin notarlo.
Por la mañana mientras subía al tren,que había inciado su camino otra vez...me despedí de Akari.
Nunca le dije a Akari que perdi la carta que quería darle.Fue por que creí que mi mundo había cambiado por completo tras ese beso.

Todo lo que quería era el poder para protegerla.
Con eso en mente,seguí mirando el paisaje atraves de la ventana...por siempre.

Byousoku 

Comentarios

Entradas populares