Memorias de un tú y un yo.

Dicen que el tiempo es como un reloj de arena que sigue y sigue hacia el infinito sin contar las horas que se lleva hasta arrastrarlo en el sumo saber sin que nadie sea consciente de aquello que se presencia.Y es como hablar de la misma perfección que mis propios ojos me delatan al verte tocar como si nada te llegara a tocar en lo más profundo del ser.

Me hallo en lo diferente,en lo continuo y en aquello que otros por así decirlo prefieren ignorar.Tal vez,el hablar te parezca común,como al igual te lo parezca el sentir cada una de esas palabras que pueden ser dichas sin emociones por los otros.Pero mi temor,no es otro que no llegar a sentir el tacto que las yemas de tus dedos juntas a las mías.Lo ansío,me desespero,y me aguardo al tiempo.No sé que es lo que me mantiene ahí,pero es la voz de mi conciencia la que habla y decide ahora por mí.Dice saber y esperar a que el tiempo haga que tu y yo entremos en ese espacio.
Me da igual el miedo,las fronteras,el tiempo...al fin y al cabo,lo que siente de verdad es así.