Sin razón,no hay exceso de nada.
Soy tan sólo una mente poblada de dudas en la que razón se sumerge ante millones de razones echándose a perder por querer saber que me hizo querer llegar a hasta tu cercanía.Sino fuera por todas causas que me llevan a la duda,tendría entonces ahora millones de respuestas y de preguntas por hacerte,pero mis sentidos parecen querer cerrarse cuando siento cerca tu cercanía a la mía.
Acecho continuamente los miedos que se acercan a mí como amigos queriéndose adueñar de cada una de las palabras que tal vez hoy dicto por ti.Son como balas que hieren a la otra persona,haciéndote que caigas,y que el mundo se aceche encima de ti.Te roban y te hielan los sentidos,sin respuestas con lo que actuar ante ellos.
Cuando finges reír,cuando haces algo,siempre tienes un motivo en tu pequeña hueca conciencia que te depara hacerlo.Cómo cuando sientes que cada cosa minúscula y vulnerable a los demás se vuelve hacia a ti de la manera más apreciada que jamás viste,es entonces cuando te das cuenta de algo no va en contra de las reglas.De que sientes algo que no se puede expresar con palabras detalladas.
Como ver cada gesto y expresión suya,que te lleva a desembocar esa felicidad o esa tristeza referente a aquella persona.
A veces,me pierdo entre todas esas opciones que la mente me da, finjo no sentir nada hacia aquella persona y creo hacer la que cree sentirse apreciada por aquel otro ser en un segundo y minúsculo restante del tiempo,sin sospechar que otros se darán cuenta de lo acabo sintiendo por cada día.
Es entonces,cuando sientes que estás solo ante el mundo,que todo se vuelve una batalla a tu contra,y de que tus palabras se hunden,pues los ojos de esta persona no saben hablar con tuyos.
Sientes,que te equivocas,que nunca habrá acceso a ese camino independiente a tu vida,y de que un quizás muy poco probable anda a la suerte de tu vida.
Podría decirte entonces,quiéreme,pero es preferible quizás morderme la lengua,y esperar a que un día,un poco lejos quizás a los tiempos que andamos,que todo esto,que cada palabra,que cada argumento y sentido hagas que te des cuenta de que estaba hecha y dicha para ti.
Acecho continuamente los miedos que se acercan a mí como amigos queriéndose adueñar de cada una de las palabras que tal vez hoy dicto por ti.Son como balas que hieren a la otra persona,haciéndote que caigas,y que el mundo se aceche encima de ti.Te roban y te hielan los sentidos,sin respuestas con lo que actuar ante ellos.
Cuando finges reír,cuando haces algo,siempre tienes un motivo en tu pequeña hueca conciencia que te depara hacerlo.Cómo cuando sientes que cada cosa minúscula y vulnerable a los demás se vuelve hacia a ti de la manera más apreciada que jamás viste,es entonces cuando te das cuenta de algo no va en contra de las reglas.De que sientes algo que no se puede expresar con palabras detalladas.
Como ver cada gesto y expresión suya,que te lleva a desembocar esa felicidad o esa tristeza referente a aquella persona.
A veces,me pierdo entre todas esas opciones que la mente me da, finjo no sentir nada hacia aquella persona y creo hacer la que cree sentirse apreciada por aquel otro ser en un segundo y minúsculo restante del tiempo,sin sospechar que otros se darán cuenta de lo acabo sintiendo por cada día.
Es entonces,cuando sientes que estás solo ante el mundo,que todo se vuelve una batalla a tu contra,y de que tus palabras se hunden,pues los ojos de esta persona no saben hablar con tuyos.
Sientes,que te equivocas,que nunca habrá acceso a ese camino independiente a tu vida,y de que un quizás muy poco probable anda a la suerte de tu vida.
Podría decirte entonces,quiéreme,pero es preferible quizás morderme la lengua,y esperar a que un día,un poco lejos quizás a los tiempos que andamos,que todo esto,que cada palabra,que cada argumento y sentido hagas que te des cuenta de que estaba hecha y dicha para ti.
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