Una parte de mí
Lo reconozco,siempre he sido una persona infeliz. Aún luchando lo suficiente por encontrar un hueco en la felicidad,siempre a habido un bache que me ha echo caer de nuevo hacia el principio de la entrada.Quizás incluso,puede que sea uno de mis mayores deseos que siempre más me han costado conseguir.Resulta incierto decirlo así,pero siempre pareces una cascara camuflada para el resto,y se hace difícil que asimilen que vives así por dentro cuando por fuera muestras una sonrisa llena de defectos. Pero con el tiempo no sólo acabas acostumbrándote tú mismo,sino sabiendo mostrar una naturalidad hacia el resto de las personas que te ven desde afuera.
Y he de admitirlo,siempre he sido de esas personas que han luchado por aquello que ansiaba. Pues era lo único que podía hacer mientras el resto del mundo se dedicaba a amar el cacho de vida que había tenido suerte de merecer y de vivir. He de admitir también,que en los peores casos me he sentido cerca del abismo;de sentir el vacío y rasgar las penas contra ese agujero oscuro donde nace cada lágrima que gasto sin ser consecuente de ello. A veces incluso,admiro a aquellas personas que tienen esa voluntad que a veces tanto me falta para lograr lo que plenamente deseo de mí.
No me considero fuerte,ni siquiera perfecta,pero el defecto en mi está en que desearía lograr serlo. Pero es imposible,lo tengo más que asumido. Quizás piense así,porque he gastado más amor de la cuenta del que tenía guardado dentro mí,o tal vez sea así,porque estoy acostumbrada a que la vida vaya en dirección opuesta hacia donde me dirijo yo.Pero se dice,que siempre nos queda algo de voluntad y de esperanza. Yo en mi lugar,no sé que responderme. Tal vez,porque últimamente mis pensamientos no me dejan aclarar lo que tanto desorden causa mis lágrimas. Cada vez que me levantó,intento luchar un poco más por mí,por superarme,pero inconscientemente caigo,sin ser consecuente de la vida que conlleva todo esto.
Hoy es un día de esos,en el que te levantas con la esperanza a medio tender sobre tu tristeza,y te preguntas una y otra vez todo aquello que tanto gasto o que tanta fuerza te da a cambio. Sinceramente, no sé que va a ser de mi todavía, quizás porque me quedan aún muchas cosas por superar,pero ojalá reciba algo bueno,algo grato que le de sentido a mi vida,que me aporte lo que falta y que me haga feliz. Inmensamente feliz.
Y he de admitirlo,siempre he sido de esas personas que han luchado por aquello que ansiaba. Pues era lo único que podía hacer mientras el resto del mundo se dedicaba a amar el cacho de vida que había tenido suerte de merecer y de vivir. He de admitir también,que en los peores casos me he sentido cerca del abismo;de sentir el vacío y rasgar las penas contra ese agujero oscuro donde nace cada lágrima que gasto sin ser consecuente de ello. A veces incluso,admiro a aquellas personas que tienen esa voluntad que a veces tanto me falta para lograr lo que plenamente deseo de mí.No me considero fuerte,ni siquiera perfecta,pero el defecto en mi está en que desearía lograr serlo. Pero es imposible,lo tengo más que asumido. Quizás piense así,porque he gastado más amor de la cuenta del que tenía guardado dentro mí,o tal vez sea así,porque estoy acostumbrada a que la vida vaya en dirección opuesta hacia donde me dirijo yo.Pero se dice,que siempre nos queda algo de voluntad y de esperanza. Yo en mi lugar,no sé que responderme. Tal vez,porque últimamente mis pensamientos no me dejan aclarar lo que tanto desorden causa mis lágrimas. Cada vez que me levantó,intento luchar un poco más por mí,por superarme,pero inconscientemente caigo,sin ser consecuente de la vida que conlleva todo esto.
Hoy es un día de esos,en el que te levantas con la esperanza a medio tender sobre tu tristeza,y te preguntas una y otra vez todo aquello que tanto gasto o que tanta fuerza te da a cambio. Sinceramente, no sé que va a ser de mi todavía, quizás porque me quedan aún muchas cosas por superar,pero ojalá reciba algo bueno,algo grato que le de sentido a mi vida,que me aporte lo que falta y que me haga feliz. Inmensamente feliz.
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