Vida

Hay momentos que son  inevitables  e imposibles de frenar a tiempo. Son cómo libros acabados;una vez leída la última página no hay vuelta atrás.Pues antes de que sucedan nos vemos con media vida echada sobre nuestros hombros en un abrir y cerrar de ojos.Cómo si la vida nos hubiese echado una maldición ante esa mala jugada de cartas.

Esos momentos son cómo terremotos que sacuden y atacan nuestra vida sin avisar. Te condena y te aspira a sentir esa insuperable e irrefrenable tristeza, en dónde solo eres consciente de cómo el miedo te acoge en forma de abrazo entre tus pensamientos y de cómo las lágrimas junto al dolor se hacen parte de tu  condena del día a día.

Son cómo relámpagos que atormentan al corazón,pues cae sin avisar y arrastra con lo primero que a su paso ve.En donde quizás,un corazón más,esté al caer a la vuelta de la esquina.





Por todas aquellas personas que perdieron un trozo de su vida por el camino.