Vidas caducadas
Las vidas caducadas deberían acabar para siempre en cuánto empiezan, pues es como si el mundo se pausará y pusiera un Game Over frente a tu puerta.
Entonces, te planteas dos cosas. y cuándo ves que no puedes con ellas hacia adelante, pierdes todas y cada una de las ganas para luchar; porque sabes que luchar es igual a perder. Entonces ocurre, el mundo se para por segundos, todo deja de transcurrir con total normalidad sobre tu alrededor, y lo sientes; sientes caer sobre ti todo lo que otros no quisieron tener en recaudo en sus vidas, condenándote a ti ahora a pervivir con ello. Es ahora cuando comprendes a que no se puede a jugar a ser valiente por siempre, de que no somos máquinas de hacer y destruir, y que cuándo menos te lo esperas, te atacan por dónde menos esperas a que puedan hacerlo.Y es ahí, dónde más duele.
Entonces, te planteas dos cosas. y cuándo ves que no puedes con ellas hacia adelante, pierdes todas y cada una de las ganas para luchar; porque sabes que luchar es igual a perder. Entonces ocurre, el mundo se para por segundos, todo deja de transcurrir con total normalidad sobre tu alrededor, y lo sientes; sientes caer sobre ti todo lo que otros no quisieron tener en recaudo en sus vidas, condenándote a ti ahora a pervivir con ello. Es ahora cuando comprendes a que no se puede a jugar a ser valiente por siempre, de que no somos máquinas de hacer y destruir, y que cuándo menos te lo esperas, te atacan por dónde menos esperas a que puedan hacerlo.Y es ahí, dónde más duele.
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