Instrucciones para compartir un silencio



A veces todo lo que necesito es silencio.


Silencio para poder oír todo lo que quiero decirle al mundo cuando permanezco callada. Permanecer callado no es más que la excusa de querer decir algo en una lengua más personal, más propia.

Todo el mundo debería callarse de vez en cuando. Hay más de un millón de frases no dichas que hubiesen cambiado el mundo.

No hablo de decisiones, hablo de simples sentencias. Dejar de decir algo por la boca sin haberlo reciclado dos veces en la cabeza debería estar castigado con pena de muerte vocal; una temporada sin hablar, por haber atropellado las palabras de otro.

Dos personas que saben mantener un silencio juntos son dos sabios. Dos personas que son capaces de mantenerse en silencio cerca podrán entenderse siempre como nunca otros.
No importa lo que vayáis a decir ahora. Es más, no importará nunca tanto como lo que estáis pensando de mí.

Y es que, entre las pocas certezas que poseemos, está la de no descifrar las frases que recorren tenemos delante. La certeza de que lo que se dice no es más que una pista o un breve resumen inapropiado de lo que se piensa.

Por eso a veces lo que necesito es silencio. Contestarme a mí misma e intentar descubrir si algún día,en alguna mala hora, tendré valor suficiente para decirte que
lo que pienso
no se puede explicar con palabras.




Irene X

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