Carta

Querida tú,

Eres de ese tipo de chicas que prefieren no esconderse tras un maquillaje, de esas, que también prefieren un sábado en casa leyendo y que saben esperar al tipo de hombre ideal para entregarse. Puede que eso incluya decirte, que no eres perfecta y que tampoco eres una chica fácil de meterse en los bolsillos. Es por eso, que eres diferente al resto; porque prefieres esperar y entregarlo dándolo todo hasta el último aliento, mientras otras, prefieren convertir palabras en hechos y dejarse enredar en sábanas ajenas durante una noche.

Querida tú, puedes que no seas perfecta por fuera como ellas, y eso te hace sentirte con más desperfectos de los que crees. Pero créeme, tienes algo que ellas no tendrán nunca, y es que vales oro. Vale, puede que quizás nunca llegues a tener un cuerpo como el que ellas tienen, pero tú tienes el don de poner tu corazón sobre la mesa, y puede que también ellas sean preciosas, pero tu sabes amar de verdad, sin tener que convertir tus palabras rotas en fachadas que tapen la realidad que se esconde sobre tu corazón.

Y es que aunque no te lo creas, tú eres la mujer más perfecta que existe sobre la tierra. Por eso amate  y quierete a ti misma, porque nadie más lo hará mejor que tú.