Y ahí apareciste tu, justo cuando mi vida estaba completamente teñida de gris. Justo ahí, en momento menos adecuado, decidiste acercarte a mí, y atreverte a entrar en la caja de música que siempre llevo bajo mi pecho izquierdo. Esa, que tu sabes bien. Sí, aquella que cierro y guardo con llave.
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