Caja de Pandora


Y tomarse una pausa para escucharnos a nosotros mismos, y preguntarnos qué necesitamos reparar en ese vaivén de emociones que la vida nos lanzó al camino.

Mírate o siéntate si hace falta, pero cuestionate todas aquellas cosas que hubieras hecho y que ahora no puedes hacer.

Toma el miedo o el dolor y, permitete el lujo de sacarlo de la caja de Pandora que todos tenemos guardado en nuestro pecho izquierdo, y acéptalo, hazlo tuyo y crea una mejor versión de ti.


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