De mi pecho a la luna.

Me encantas cuando vas,

cuando vienes de golpe

desordenando así aquellas vidas

que tanto se parecen a la mía.

Me hacen recordar 

a aquellas calles en la noche

en la que solía retorcerse tus recuerdos

sobre mi pecho.

Como si fumara mi peor veneno

yo quiero seguir caminando sobre tu piel

ser esa voz lejana

que calme la tempestad en pleno huracán

para volverme anhelo que perdure inquieto 

y en voz baja sobre tu corazón.